lunes, 26 de noviembre de 2012

La Inmaculada de los Venerables Bartolomé Esteban Murillo

Murillo crea con la Inmaculada Concepción un nuevo tipo iconográfico que surge ligado a la propaganda de la Contrarreforma. Es la referencia iconográfica de la mujer del Apocalipsis dominando a Satanás (mezcla de serpiente, dragón y águila según San Isidoro), aunque la serpiente no esté en el cuadro. Parece un cuadro realista pero está cargado de símbolos: el vestido blanco y la dulce apariencia casi infantil de la Virgen representan la pureza, la virginidad; el azul del manto nos indica que es la Reina del cielo, lo mismo que la media luna, que también simboliza el triunfo sobre el Islam; la cara con la mirada hacia el cielo, llena de luz, expresa que es puente entre Dios y los hombres. El culto a la Virgen enlaza con el de otras Grandes Diosas Madres de la Antigüedad mediterránea.
La función de esta imagen contrarreformista es, según Pacheco, "persuadir a los hombres a la piedad y llevarlos a Dios". Pero además esta encantadora y sentimental imagen, desvinculada de la realidad de la Sevilla azotada por la peste, servía a la gente para evadirse de la miseria que la rodeaba. 

 El lienzo se exhibe con su marco original, una magnífica pieza de Bernardo Simón de Pineda -el autor del retablo de la iglesia de la Caridad. Sin temor a equivocarse puede decirse que tela y marco son una 'única pieza', pues éste contiene los símbolos 'inmaculistas' que Murillo obvió en la pintura.

Símbolos lauretanos marianos
 







No hay comentarios:

Publicar un comentario